6 maneras de mejorar la calidad de su sueño

Para celebrar el Día Mundial del Sueño, os dejamos 6 consejos importantes para mejorar vuestro descanso.

1. Minimizad la luz y el ruido

Estos dos factores ambientales pueden afectar tanto la calidad como la cantidad de vuestro sueño.
La oscuridad hace que el cerebro libere melatonina, una hormona que favorece la calma y el descanso.
Por eso, es importante reducir la exposición a la luz antes de acostaros. Incluso la luz del ordenador, la televisión o el móvil puede dificultar que conciliéis el sueño.
Evitad estos dispositivos en el dormitorio y cread un ambiente oscuro utilizando cortinas opacas o un antifaz.
El ruido también puede interferir en vuestro descanso, así que probad con un ventilador o una máquina de ruido blanco para bloquear sonidos molestos.

2. Buscad la comodidad

Pasamos aproximadamente un tercio de la vida durmiendo, por lo que merece la pena invertir en ropa de cama que proporcione confort y relajación.
Antes de dormir, intentad bajar unos grados la temperatura de la habitación: el cuerpo tiende a enfriarse durante el sueño, y mantener el entorno fresco ayuda a este proceso natural.

3. Mantened una rutina

Al igual que los niños, los adultos duermen mejor cuando tienen una rutina establecida.
Realizar las mismas actividades cada noche antes de dormir ayuda al cuerpo y a la mente a prepararse para el descanso.
Dedicad ese tiempo a actividades relajantes como estiramientos suaves, lectura, escritura o meditación.

4. Gestionad el estrés

La forma en que gestionáis el estrés influye directamente en vuestra capacidad para conciliar y mantener el sueño.
Aunque el estrés no siempre es negativo, cuando se convierte en preocupación o ansiedad, puede afectar al descanso.
Si vuestra mente se mantiene activa por la noche, practicad técnicas para reducir el estrés antes de acostaros: aromaterapia, respiración profunda, meditación o escribir un diario de gratitud.

5. Levantaos de la cama

Si os encontráis en la cama sin poder dormir y sintiéndoos frustrados, levantad y haced algo que os relaje.
Podéis leer algo ligero, practicar una técnica de relajación o concentraros en la respiración.
Cuando empecéis a sentiros somnolientos, volved a la cama.

6. Usad productos de calidad

Un buen descanso también depende del entorno.
Disponer de una cama, almohadas, colchones y edredones de calidad, adaptados a vuestras necesidades, marca la diferencia entre un sueño reparador y una noche inquieta.